El foro académico «El caso de Luis Ángel Rodríguez y Araceli Magdalena Rodríguez Nava: Reflexión para el combate a la impunidad», organizado por la Escuela Libre de Derecho, contó con la participación destacada de Justicia Transicional México (JTMX), Amnistía Internacional y Araceli Rodríguez Nava, madre buscadora y defensora de derechos humanos en México. Entre los ponentes estuvieron Mariclaire Acosta (JTMX), Víctor del Pozo (JTMX – Acompañamiento Jurídico), y Adriana Sánchez (Amnistía Internacional), moderados por Graciela González, profesora de la Escuela Libre de Derecho.
Este evento brindó un espacio de reflexión sobre la crisis de derechos humanos en México, que ha dejado más personas desaparecidas desde 2008. Araceli Rodríguez compartió su incansable lucha tras la desaparición de su hijo Luis Ángel León Rodríguez, un policía federal secuestrado en 2009. Su historia representa la resiliencia de miles de familias que enfrentan las fallas del Estado mexicano y los patrones de impunidad que persisten en el país.
Caso de Luis Ángel León Rodríguez:
El 16 de noviembre de 2009, Luis Ángel León Rodríguez, de 20 años, fue secuestrado junto con otros policías federales y un civil en Michoacán. Los agentes viajaban sin protección adecuada y su desaparición pasó desapercibida durante seis días, hasta que se activó una alerta roja.
El caso estuvo marcado por irregularidades, como la falta de coordinación entre las autoridades y el retraso en la denuncia. La Procuraduría intentó argumentar que el delito había prescrito, evidenciando una negación de justicia.
Desde entonces, Araceli Rodríguez, madre de Luis Ángel, ha enfrentado amenazas y barreras legales, pero ha transformado su dolor en lucha, llevando el caso a instancias internacionales y convirtiéndolo en un símbolo de la resistencia de las familias de desaparecidos en México.
Uno de los temas clave abordados durante el foro fue el papel transformador del derecho. Víctor del Pozo, de Justicia Transicional México, subrayó la importancia de la abogacía como un puente entre el sufrimiento de las víctimas y una sociedad más justa. Reconoció la irreparabilidad del daño que sufren las víctimas de desaparición forzada y otros crímenes, pero enfatizó que, lejos de llevar a la resignación, el derecho debe promover el cambio y la transformación social. Según del Pozo, la función de los abogados no es solo representar a las víctimas, sino también contribuir a la creación de un entorno legal que avance hacia la reparación integral y la justicia.
Otro tema crucial discutido fue la búsqueda de desaparecidos, un fenómeno que afecta a miles de familias en México y Latinoamérica. Adriana Sánchez, de Amnistía Internacional, destacó el rol fundamental que juegan las mujeres en esta lucha. En Latinoamérica, son ellas quienes lideran la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos. Sin embargo, este trabajo está marcado por enormes desafíos, entre ellos, la violencia de género, el empobrecimiento y los graves riesgos de salud que enfrentan las mujeres buscadoras. Sánchez presentó el informe titulado «Buscar Sin Miedo», que expone estos obstáculos y propone estándares internacionales con un enfoque de género e interseccionalidad, reconociendo que las mujeres enfrentan una doble carga: la lucha por justicia y la violencia estructural que las afecta directamente.
El foro también subrayó la urgente necesidad de transformar los estándares legales en acciones concretas que aseguren la verdad, la justicia y la reparación, fortaleciendo la lucha contra la impunidad en México. En este sentido, se destacó la importancia de un derecho empático e inclusivo, que defienda las causas de las personas representadas desde una perspectiva interseccional. Como se señaló durante el foro, los abogados tienen la responsabilidad de aportar un enfoque humano a sus defensorías, comprendiendo las realidades complejas de las personas a quienes representan, especialmente en un contexto marcado por la vulnerabilidad y la lucha constante por justicia.
